Nunca le quise creer a los libros que decían que el dinero no era un motivador pero, lo aprendí de la mejor forma, en carne propia. En Marzo de este año me llamaron de una empresa de servicios de alimentación y hotelería muy bien posicionada en el mercado nacional, me ofrecieron una muy buena remuneración pero, la cosa era en Minera Los Pelambres.
Le explique esto a mi pareja, la cual estuvo de acuerdo en que estuviera fuera de la casa toda la semana y que solo regresara los fines de semana. Obviamente las primeras semanas no volví a mi casa debido a la gran cantidad de trabajo que tenía. Así pasaron las semanas y las cosas comenzaron a normalizarse en plano laboral. En lo personal, comencé a llegar a la casa los días viernes en la noches pero, para poder cumplir con la obligaciones tenía que embarcarme en un bus el día domingo para llegar el día lunes al trabajo a primera hora. Hasta que un día descubrí que mi pareja comenzó a estar más distante a pesar de ahora teníamos mas plata, rápidamente descubrí que era la base de nuestra relación que la comunicación que nosotros tenemos se estaba perdiendo, hablar por teléfono no era suficiente, yo siempre había trabajado en Santiago, había veces que llegaba a la hora del cuerno y muchas veces tuve que trabajar la semana de corrido pero, siempre llegaba a mi casa a dormir y ahí estaba ella durmiendo a mi lado.
Cuento corto tuve que usar la balanza, tener plata y no tener familia o tener familia y no tener plata, Hoy me encuentro cesante pero, tengo una mujer que esta al lado mio, que me quiere y me apoya. Esto es mucho más importante que tener una gran remuneración.
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