Empresa Familliar... al humor del dueño!

En cada empresa en que me había tocado trabajar, eran empresas grandes, donde el dueño era otra empresa o había un directorio pero la mayoría de las desiciones de la empresa las tomaban distintos gerentes de área.
Hoy, por las cosas de la vida, he ingresado a una empresa familiar, donde los principales jefes son los hermanos e hijos del dueño y las cosas son distintas. Normalmente cuando uno quiere hacer algo, va habla con el o los gerentes del área y la cosa se decide ahí, acá la cosa lleva un paso mas allá, tienes que ir donde BIG BOSS y pedirle permiso. Si no le tinca, no le gusta o anda atravesado CAGASTE! y mas te vale agachar la cabeza, decirle como podías ser tan estúpido, como para que se te ocurriera algo así o rogarle que por favor no te heche.
Ahora, si contratan a alguien para que se desempeñe en un cargo "X", es porque el tipo es bueno en lo que hace. Si el hace o propone algo, supongo que lo hace desde un análisis basado en los costos, la experiencia profesional que tiene y la experiencia. Además, si esta desicion involucra otra área de la empresa, habrá conversado con el o los gerentes de la o las áreas involucradas.
¿De que sirve tener Gerentes profesionales y expertos es sus áreas, si el dueño es el que decide que hacer?
Muchos podrían decir, bueno es el dueño y que!, tiene el derecho para decidir sobre el futuro de su empresa. A lo cual yo respondería que si, el dueño puede decidir lo que quiera sobre la empresa pero hasta que nivel. Acá las cosas son a todo nivel, casos mínimos como la selección de un auxiliar, se le tiene que pedir la autorización a el, después que hicimos la reclutamiento y seleccionamos al nuevo trabajador. Te creo , que cuando uno quiere hacer un aumento en la dotación, que incluye un aumento en el aumento de los costos pero, si estas reemplazando con que fin, el solicitar autorización?.
A que nivel puede llegar esto, en mi caso el es Dios, esta sobre la ley del trabajo y hay que hacerle el amen a las cosas que se le ocurre. Que conmigo no cuente!